Aspecto general: Un girasol artificial típico está diseñado para capturar la apariencia vibrante y soleada de la flor natural. Suele tener un tallo largo y recto que sostiene la cabeza floral, imitando la forma y el tamaño característicos de un girasol real.

Materiales: Está fabricado con una variedad de materiales plásticos y textiles. El tallo puede ser de plástico flexible o alambre recubierto, que permite darle forma. Las hojas y pétalos están hechos de plástico o tela que imita la textura y el color de las hojas naturales.

Cabeza floral: La parte más distintiva del girasol artificial es su cabeza floral. Esta consiste en una disposición de pétalos grandes y amarillos dispuestos alrededor de un centro marrón o negro, imitando los floretes del girasol real. Los pétalos suelen ser flexibles para permitir cierto movimiento y realismo.

Color y detalles: El color de los pétalos es un amarillo brillante y cálido, típico de los girasoles naturales. Las texturas pueden incluir detalles como vetas en los pétalos y un acabado mate o satinado para imitar la apariencia de la cera natural de las flores.

Tamaño: Los girasoles artificiales pueden variar en tamaño, desde pequeños ramos de flores hasta piezas más grandes que pueden medir varios pies de alto, dependiendo de su propósito decorativo.

Usos: Se utilizan comúnmente en arreglos florales artificiales para la decoración del hogar, oficinas, eventos y bodas. También son populares en la industria de diseño de interiores y escaparatismo debido a su aspecto duradero y bajo mantenimiento.

Durabilidad y mantenimiento: A diferencia de los girasoles naturales, los artificiales no requieren agua ni cuidados específicos. Son duraderos y pueden mantener su apariencia durante años con un cuidado mínimo, como limpieza ocasional para quitar el polvo.